lunes, 2 de noviembre de 2009

la pata de mono

final alternativo de la pata de mono.






El deseo ya estaba formulado. Sabía que era una mala idea desde que formuló el deseo. Nuevamente tuvo la sensación de que la mano lo agarraba con fuerza y se dejó caer de rodillas. La señora White esperó aún inmóvil que su hijo apareciera en algún momento. A fuera llovía y tronaba aún.






El señor White pasó toda la noche en vela, temiendo que de un momento a otro apareciera lo que sabía que aparecería si el deseo se cumplía. En ocasiones le daba la sensación de que alguna sombra de la habitación se movia.






Por fin sonaron las seis de la mañana y cuando el alba estuvo a punto de llegar, el señor White fue vencido por el sueño, o algo parecido a ello.






Cuando despertó, lo primero que oyó fue:






-¡es un niño!






O aquello era un sueño, o había retrocedido en el tiempo al momento en que su hijo nació.






su esposa y él volvian a ser jóvenes y habían recuperado a su hijo, lo cuál hizo que el señor White se olvidara por un segundo de que cada deseo tenia una pega...






Cuando llegaron a casa, días después, la señora White se fue a acostar a su hijo y el señor White se quedó solo en el salón, recordando aquellos viejos momentos y viendo cómo había cambiado la casa desde el naciemiento de su hijo. Prácticamente todo era diferente, todo menos un detalle. La pata de mono estaba nuevamente sobre la repisa, donde la había dejado durante toda la noche.






Se acercó a la repisa asustado. La pata se levantó mágicamente, como si fuera un fantasma cuya única parte visible fuera su mano cubierta por una pata de mono.


Su esposa aún dormía.


La pata cogió una pluma y se puso a escribir en un papel:


"siempre hay un precio por cada deseo"


después de leerlo, el señor White corrió hacia la puerta para poner a salvo a su mujer y a su hijo, pero la puerta estaba cerrada con llave. La poca luz que había en la habitación había desaparecido. Volvía a ser una noche tormentosa.


se encendió una vela, y sobre la repisa estaba el trozo de papel. debajo de lo último que había leído, estaba escrito:


Sólo se puede devolver una vida si se ofrece otra a cambio. Un niño puede vivir sin su padre, pero no sin su madre.


Quitó los ojos del papel que junto a la pluma, era lo único que quedaba sobre la repisa. ¿Dónde estaba la pata de mono?


Aún tronaba afuera. Algo peludo tocó su hombro e inmediatamente, el señor White supo que tenía la pata detrás suyo. La pata de mono se le lanzó al cuello. Pudo sacársela con una brutalidad enorme, y haciendo funcionar su mente muy rápidamente, pensando en como salir de aquello, cogió la pata de mono por la mano y formuló el tercer deseo, que sabía que iba a comportar alguna que otra nueva catástrofe, pero que al menos lo sacaría de aquella.

-Quiero que se anulen los deseos anteriores.










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